Umberto Boscolo Woodns nació en Rovigo en 1932, por Juan Apóstol Boscolo y Bernardi Ida. La pareja tuvo nueve hijos, tres niñas y seis niños, cinco de ellos murieron en la infancia y Umberto se encontró el único sobreviviente masculino y sus hermanas. Su padre, Juan el Apóstol, llegó desde la cercana submarino Chioggia, donde vivió de la pesca, practicada tanto en el mar como en los canales. Cuando se casó y se mudó a Rovigo, fue adaptado para pequeños trabajos, especialmente los de los trabajadores, habida cuenta de la grandeza física. Madre de Ida llegó en lugar de la cercana Ferrara era de buena familia, rica y educada, dirigía una pequeña sastrería.
El pequeño Umberto manifiesta inclinación temprana por el arte, su talento fue notado por su tía Gina, la hermana de la madre y el profesor de matemáticas, que tenía la intención de estudiar y optimizarlo para que la vocación. Después de la Gran Guerra y, en el 42, la muerte por tuberculosis de la madre. Para él, la vida cambió radicalmente. La pérdida de su madre era realmente un shock. Se quedó tres días y tres noches en la tumba. Tenía sólo diez años de edad. Después de ese evento trágico del padre, incapaz de cuidar de sus hijos, se vio obligado a confiar a sus hijos a los orfanatos y emigró, ir a trabajar en las fábricas de acero en Alemania. A Umbertino que la vida era demasiado estrecho. Repetidamente contestado por los colegios, entregándose a una vida errante y libre. Lo intentó muchas veces, pero, al ser menor de edad, fue riacciuffato rápidamente y regresó al hotel. Y así, dentro y fuera de las instituciones que a veces eran muy inhóspito, llegó el final de la guerra. Entre los recuerdos, el siseo de sus explosiones de bombas. Desde el cielo y las nubes no gotas de lluvia cayeron, pero por una corriente sin fin de bombarderos hizo llover muerte. Siempre decía: "Con cada explosión fue como si me rompió el corazón".
Después de la guerra, la situación económica de la familia no cambia, pero algo cambió para él: dejó el Veneto. Su hermana mayor, Elena, que había comenzado el noviciado para convertirse en una monja guanelliano, se trasladó a Como y se lo llevó con él, encontrándolo refugio y hospitalidad en el colegio del mismo nombre de Don Luigi Guanella. Y Woodns lograr la enseñanza primaria, también ganó una medalla en el torneo de fútbol con el guanelliano propio equipo, en la que interpretó como un mariscal de campo. Pero, sobre todo, se hizo hombre. A los dieciocho años se fue a una buena experiencia, compartida junto con otros compañeros de infortunio, pero nunca olvidó lo que los sacerdotes de Don Guanella había hecho por él hasta que tuvo la vida, se lo agradecía.